viernes, 25 de septiembre de 2009

Visita de la Decana y Vicedecana de la FHAyCS



En el día de ayer 23/09 a las 20 hs en la Unidad Académica de la FHAyCS de Gchú tuvimos la presencia de nuestra decana la Mg Rosario Badano.y la vice decana Prof María Delia Herrera Durante el día se desarrollaron diversas actividades.
En un primer momento se reunieron la decana y vicedecana con la responsable de la Unidad Académica, Prof María Julia Giusto, la Asesora Pedagógica del Profesorado de Teatro Prof. Graciela Velazquez, el responsable de extensión Prof Guillermo Delmonte la coordinadora de la Experiencia piloto del Teatro en la escuela Prof Mariela Piedrabuena y la responsable de los complementos curriculares de Pedagogía Prof Leticia Leonardi para tratar diversos temas, entre ellos el proyecto educativo de esta unidad para el año 2010.
A continuación se firmó el convenio entra la Facultad, la Dirección Departamental de Escuelas y la Municipalidad de Gchú referido a la ejecución, por parte de la F.H.A.yC.S de tres Proyectos de Extensión Educativa que se desarrollarán en instituciones educativas dependientes de la Dirección Departamental de Educación de Gualeguaychú :
1.- el Proyecto “Herramientas Tecnológicas y Didácticas Aplicadas a las Prácticas Docentes ”. Aprobado por Resolución Nº 377/09-Rectorado de la UADER - para ser implementado en la Escuela Nº 8 “María América Barbosa” de la ciudad de Gualeguaychú.
2.- el Proyecto “Web 2.0 Aplicada en el Aula”- Aprobado por Resolución Nº 1737/09 F.H.A.y C.S. para ser implementado en la Escuela Nº 8 “María América Barbosa” de la ciudad de Gualeguaychú.
3- el Proyecto Educación Vial a Través del Arte”- Aprobado por Resolución Nº 1733/09 F.H.A.y C.S. para ser implementado en diversas escuelas.
Durante la firma del convenio se hicieron presentes los directores y representantes de las escuelas que integran la “Experiencia Piloto del Teatro en la Escuela” :
ES Nº 8 “María América Barbosa”, Directora: Prof. Elida I. Doello
ES Nº 3 “20 de Junio” y Anexo BAPA, Directora: Prof. Ana María Sartori
ES Nº 7 “Prof. Rosa Regazzi”, Director: Prof. Fabián E. Frare
Esc. Jóvenes y Adultos Nº 82 “Libertad”, Directora: María Susana Caballero
Colegio Privado D9- Malvina Seguí de Clavarino, Lic Carlos Elgart Prof Sociología de la Educación profesorado Teatro y participante en la experiencia.
En el convenio también se preveé el uso de la sala informática CREER (Centro Regional Educativo Entre Ríos) que se encuentra ubicada espacialmente en la escuela Guillermo Rawson donde también funciona la Unidad Académica Gualeguaychú y depende de D.D.
Seguidamente las señoras decana y vicedecana se reunieron con los alumnos y profesores de las diferentes carreras de nuestra Unidad Académica, donde se trataron diversos temas inherentes a cada especialidad , los objetivos y tareas de la normalización en esta etapa de UADER.
Finalmente se inauguró la Biblioteca que lleva por nombre “Enrique Bugnone y “Elvira Cepeda”, matrimonio precursor del arte en nuestra ciudad y con una importante trayectoria dedicada al teatro junto a su familia.
El programa fue el siguiente:
1- Agradecimientos de la Responsable de la Unidad Académica Gualeguaychú Prof. María Julia Giusto.
2-Presentación de los Señores. Esteban y Guillermo Bugnone en nombre de sus padres del recorrido teatral del matrimonio Cepeda. -Bugnone
3-Reconocimiento a quienes colaboraron en la construcción de la biblioteca.
4. Poesía “el actor vocacional “ de Elvira Cepeda. por Esteban Bugnone
5-Reflexiones de la decana Mgt Rosario Badano.
6- Puesta de la Obra de Teatro Breve “El que borra los nombres”.
De Ariel Barchilón por los alumnos Juan Dome y Silvio del Valle
7-Brindis.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Capacitaciones en NTICs




Se ha iniciado el desarrollo de dos instancias de capacitación destinadas a docentes. Una de ellas se lleva a cabo desde el 1 de septiembre y tendrá una duración de tres meses. Se trata del Curso "Herramientas tecnológicas y didácticas en las prácticas docentes", a cargo la Lic. Leticia Leonardi y el Lic. Daniel Rodríguez. Esta actividad tiene el propósito de acrecentar la autonomía pedagógica de los docentes, posibilitando reducir la brecha que existe entre los conocimientos informáticos propios y los de sus alumnos. Además, se pretende establecer una red intra e interinstitucional a través de internet. El cursado se realiza en la Escuela "María América Barbosa" los días martes.

Curso "Web 2.0 Aplicada en el Aula"

La otra instancia de capacitación es este Curso, cuyo inicio es el viernes 18 de septiembre pero del cual aún está abierta la participación. Los contenidos incluyen una introducción al uso de la Web 2.0 en educación; la utilización de plataformas colaborativas; recursos didácticos como wikis, foros, youtube, slide share, flickr, entre otros; y conceptos básicos sobre seguridad y derechos de autor.

Encuentros presenciales:
VIERNES 18 DE SEPTIEMBRE / VIERNES 23 DE OCTUBRE /VIERNES 13 DE NOVIEMBRE
De 15:00 a 18:00 en la Escuela Nº8 "María América Barbosa"
Ambas actividades cuentan con reconocimiento para docentes, mediante resoluciones de la FHAyCS y de la UADER.

Informes: letileo@gmail.com

jueves, 10 de septiembre de 2009

Significar la realidad para construir sentido

Violencia. Construcción de la subjetividad en contextos adversos, se elaboró en el marco de las cátedras pedagógicas de la Fac. de Humanidades y Ciencias Sociales de la UADER.
Por Elida Doello y María de los Ángeles Parga
En el ámbito escolar, es necesario no caer en explicaciones simplistas o deterministas que atribuyen la presencia de la violencia en la escuela a determinados hechos, sin tener en cuenta la complejidad de los fenómenos sociales. Es frecuente que en el imaginario social se relacione violencia con marginalidad. Pero sabemos que no existe una relación directa ya que la problemática atraviesa diferentes sectores sociales y generacionales. La violencia también aparece relacionada con distintos consumos culturales, como ciertos estilos musicales, la exposición a los medios de comunicación, etc. A su vez, es necesario superar las explicaciones que se basan en el comportamiento individual exclusivamente ya que eluden la responsabilidad de la sociedad y de la escuela como parte de ella y anulan la posibilidad de un compromiso colectivo para la resolución de los problemas.
Entonces ¿qué posibilidades tiene hoy la escuela de tejer esa trama de significaciones que atempera, que protege, que resguarda y que posibilita por esta vía el acceso a la cultura cuando la realidad se presenta con la virulencia que conocemos?, ¿ qué márgenes tenemos hoy los adultos que habitamos las escuelas de constituirnos en esos otros que mantienen algún grado de integridad para tejer una trama significativa que aloje lo que irrumpe como una realidad, muchas veces irracional, cuando también nos hallamos vulnerados por las mismas circunstancias? Tal vez haya que reactualizar esas diferencias y reconvertirlas en amparo y protección, no en omnipotencia ni autoritarismo. Significa pensar en una subjetividad que se constituya en el discurso de los adultos para lo que se requiere de alguien que le acerque al niño o joven la lengua y la cultura, y que, al mismo tiempo, le ofrezca espacios de protección que le posibiliten apropiarse de ella. Crear las condiciones que le permitan poner distancia necesaria para ordenarla, para otorgarle sentido. Si hay pura realidad no hay posibilidad de significarla, se corre el riesgo de que se imponga la violencia y que esta lo conmocione de tal manera que dificulte su integración y proyección.
Los adultos que habitamos las instituciones educativas debemos formarnos en referentes para que, los jóvenes puedan construir su diferencia a través de su propia palabra. Una asimetría que se resignifica en la protección y el reconocimiento de su vulnerabilidad. Constituirnos en mediadores, este el clima de violencia que los jóvenes reciben y el mundo de la cultura, guiarlos en la construcción de significados, tan necesaria e indispensable como el plato de comida que muchos vienen a buscar a la escuela, brindarle la posibilidad de vislumbrar que hay otros mundos posibles.
La educación, siguiendo con esta línea de análisis, es incapaz de contrarrestarla
porque el grado de violencia de los jóvenes la exceden; en eso estamos cuando se insiste en desvalorizar la acción de la escuela a quien la sociedad le deposita toda, o casi toda, la responsabilidad y la condenan de antemano al fracaso porque, con semejante responsabilidad sobre sus espaldas la escuela en forma aislada, muy poco podrá hacer, pero esto no la exime de su responsabilidad social.
Es evidente, hay modelos o prácticas institucionales que no se adaptan a los nuevos escenarios como, por ejemplo, los contenidos, fundamentalmente para jóvenes y adolescentes, que no están a la altura de sus preguntas y debates; a su vez, esto genera un malestar docente-alumno que termina en hechos de violencia. En los casos de masacres en las escuelas, como por ejemplo, el ocurrido en nuestro país en la localidad de Carmen de Patagones, no debe permanecer ajeno a nuestra reflexión.
Lo sucedido no constituye un hecho fortuito excepcional si tenemos en cuenta que en las escuelas se pueden constatar carencias que van, desde la satisfacción de las necesidades básicas relacionadas con la auto conservación, como por ejemplo: alimento, salud, trabajo, vivienda, etc., hasta las que abarcan también necesidades de protección, de cuidado, de pensamiento reflexivo, de participación política real, y que tienen que ver con preservación del sujeto. Estas últimas se constituyen en los factores sociales que dificultan a alumnos y docentes la construcción de un conocimiento crítico sobre su propio entorno, y por ende, el reconocimiento del otro y sus necesidades. El otro es un objeto y nosotros somos objetos para el otro. La escuela inmersa en esta problemática puede erigirse en reproductora o desestabilizadora de este orden. En este aspecto es importante dejar en claro que, si bien, no es la única responsable de esta problemática, le cabe una responsabilidad ineludible: no reproducirla fomentando lazos sociales saludables. La pregunta del cómo, surge a cada instante. Una de las respuestas viables puede ser, a nuestro entender, crear espacios de análisis y discusión permanente en nuestros ámbitos institucionales, en el aula con los alumnos acerca de los mensajes, programas y productos culturales que incentivan a la violencia.
Tenemos que pensar en construir en el ámbito escolar, dispositivos que nos permitan reconstruir el significado de la convivencia escolar y social. Los adultos tenemos que hacernos cargo en nuestro ámbito de intervención de qué les dejamos, armamos o seguimos construyendo para una sociedad mejor.
Implica asumir en primer lugar esta situación adversa de forma constructiva, y a partir de esta toma de conciencia sobre el contexto en el que nos encontramos inmersos comenzar la acción. Este proceso de conocimiento de los niños que asisten a la escuela, de sus situaciones familiares, barriales, comunitarias, de las representaciones de los distintos sujetos involucrados, etc. Implica además, una reflexión conjunta acerca del origen y de los procesos que nos han llevado a la situación que nos toca vivir y el grado de responsabilidad e inferencia que tienen sobre la misma.
Implica un diálogo compartido acerca de los problemas más importantes y, la búsqueda de alternativas a construir con el compromiso creciente de todos. Es realizar un proceso colectivo donde, de varios modos y con distintos alcances, ésta realidad sea asumida desde un punto de vista crítico y constructivo.”

Bibliografía:
Quiroga Ana P. de en MATRICES DE APRENDIZAJE Constitución del sujeto en el proceso de conocimiento (1984-1987) Ediciones Cinco
Textos trabajados en clase titulados: Losers y Winners, entre la excusa y la justificación, School Killers, Características del pensamiento moderno Capítulo VIII.
ZELMANOVICH, Perla; DUSSEL, Inés y FINOCHIO, Silvia; “Enseñar hoy” Una introducción a la educación en Tiempos de Crisis. Fondo de cultura económica 2003.

El problema del sentido de la escuela

¿Cuál es el significado de la experiencia escolar? ¿El amor al conocimiento? ¿O la obligación? En este texto se presentan algunas respuestas a los interrogantes planteados

Por Élida Doello

Los maestros no pueden dar por desconocida su autoridad, sino que la tienen que construir en forma cotidiana. Y los alumnos deben darle un sentido a la experiencia escolar. En las condiciones del desarrollo actual este otorgamiento de significado a la concurrencia a la escuela no es automático, como en otras etapas del desarrollo escolar. Cuando los que frecuentan la enseñanza son los “herederos y becarios”, es decir, los hijos de las clases dominantes y los pobres (pocos) meritorios, tanto la autoridad pedagógica como el sentido de la escuela cambian frente a estos datos de la realidad. Hoy, para qué ir a la escuela (a la escuela que tenemos, se entiende) es una pregunta pertinente que la mayoría de los jóvenes y adolescentes se hacen a diario.
Es obvio que aquellos que no son capaces de dar una respuesta satisfactoria a esta pregunta tienen pocas razones para persistir en la carrera escolar. ¿Cuáles son las respuestas posibles y cuáles son las condiciones sociales que las determinan?
Ellas son tres:
La obligación como sentido: Se va al secundario por una obligación social más que jurídica, porque si, porque no hay remedio, porque no se puede no ir, y esto es porque existe un sistema de contención familiar, que, pese al vacío de la experiencia escolar y al malestar y al padecimiento que puede llegar a producir, no ir a la escuela no es una alternativa objetivamente posible para ciertos adolescentes y jóvenes. En este caso, “ir al colegio” no es objeto de deliberación y elección, sino una experiencia ligada a una condición de edad.
La razón instrumental: Hay que estudiar por una razón puramente instrumental. Algunos adolescentes asumen la lógica de la postergación de beneficios presentes con el fin de beneficios mayores en el futuro. Si hoy me esfuerzo en los estudios ( hecho que en sí mismo no tiene mayor sentido), mañana seré alguien en la vida, podré ingresar a la universidad, podré obtener un buen empleo, recibiré mejor trato, etc.
El amor al conocimiento: Este emergente tiene que ver con la pasión, con la entrega incondicional al saber o a un campo del saber. Esta inmersión en el juego, esta especie de “illusio” posee una energía extremadamente poderosa que, según una representación pedagógica bastante difundida, se constituye en un recurso mayor para el éxito en la carrera escolar.
Estas tres disposiciones ideales típicas no están aleatoriamente distribuidas en la población, sino que son el producto de un conjunto de factores interrelacionados. Entre ellos cabe mencionar los factores culturales y el lugar que ocupan los individuos en la estructura social. La relación gratuita, desinteresada y “pasional” con el conocimiento y la cultura general (artes, ciencias, etc.) es probable que surja entre las clases más liberadas de las urgencias y presiones relacionadas con la sobrevivencia. Las clases medias, cuyo capital económico, social y cultural les permite aspirar al ascenso social, están objetivamente más predispuestas a desarrollar una lógica instrumental y a sacrificarse en el presente con el fin de lograr mejores recompensas en el futuro. Esta disposición al sacrificio y al esfuerzo ¿Será socialmente recompensada?

PERFIL
Élida Doello. Profesora de Castellano, Literatura y Latín. Directora titular de la Escuela 131 América Barbosa. Estudiante de tercer año de la Licenciatura de Pedagogía de la UADER.

La repitencia y los fracasos escolares

Transcribo la nota que publicara el Diario "El Argentino" de Raquel y Marcela
En este trabajo, Raquel Fariña y Marcela Guzmano-alumnas del tercer año del Profesorado de Pedagogía de la UADER- consideran que “reflexionar sobre el tema de la deserción y el fracaso escolar es un compromiso de toda la sociedad”. Tras considerar que para abordar la complejidad del fenómeno hay que tener en cuenta múltiples variantes, la estudiantes expresan “en los últimos años, nos viene sacudiendo a la ciudad de Gualeguaychú, al igual que al resto de la Argentina, la problemática de los fracasos escolares y la repitencia. Cuando abordamos este tema tendemos a hacerlo siempre desde un espacio reduccionista, en el que centramos la mirada acusadora en el alumno y en su familia, y no ahondamos en las múltiples variantes y en la complejidad de este fenómeno.En el discurso habitual instalado en la sociedad es común escuchar: “los alumnos cada vez saben menos”, “los padres se desentienden de la educación de sus hijos”, “en la escuela no hay autoridad”, “los edificios se vienen abajo”. “los docentes ya no tienen vocación”, “la escuela ya no es lo que era”. Son frases que hacen énfasis en el grado de deterioro, definiendo así el Apocalipsis del Sistema Escolar. Podríamos decir que hay un consenso general centrado en la valorización del pasado en desmedro del presente, que nos lleva a querer aferrarnos a una escuela que sirvió en otra época, pero que no se adecua a la realidad actual y que ya ha mostrado sus límites.Estos análisis, aunque apuntan sumisamente hacia otras causas, siempre terminan basando la dificultad en el “desinterés” y en la “culpabilización” de los jóvenes por no poseer lo que la escuela no logra generar en ellos.No debemos olvidar que la escuela secundaria nació como educación para unos pocos, contrariamente de la educación primaria que fue pensada para alcanzar a toda la población (aunque no se dio totalmente en la realidad) que, con una pretensión de igualdad, se la declaró gratuita y obligatoria.La escuela media fue creciendo paulatinamente en matrícula, en un proceso de democratización de la enseñanza, alcanzando a una mayor cantidad de jóvenes. Pero ahora está en vigencia la nueva Ley Nacional de Educación que la declaró obligatoria hasta su último año (aún cuando no se ha logrado cumplir con los diez años de obligatoriedad establecidos con la Ley Federal de Educación). Lo que plantea desafíos y responsabilidades de todos los actores sociales: desde el Estado hasta los alumnos, pasando por los padres, los docentes y la sociedad en general. Lo cierto es que ya no podrá ser lo mismo que antes: una escuela seleccionadora donde sólo entraban y salían los “mejores”, o donde entraban muchos y terminaban pocos.Hoy todos tienen que entrar, transitar y terminar el colegio secundario, ya no sólo como decisión propia o familiar, sino porque hay una Ley que así lo establece. Por lo tanto es indudable que hay que darle otro sentido. Hay que generar las condiciones que hagan efectivo el cumplimiento de dicha obligatoriedad, lo que no significa caer en facilismo o demagogia juvenil. Sabemos que existen una distancia creciente entre escuela y el mundo de la vida, entre cultura adolescente y cultura escolar y que generalmente esto se manifiesta en las aulas como “desinterés” y “apatía” por la currícula escolar, además de poca disposición para el estudio y el esfuerzo. No podemos decir que los jóvenes ya no se interesan por el conocimiento, pues cómo explicaríamos entonces, su gran plasticidad en el aprendizaje de las nuevas tecnologías, donde los adultos necesitamos recurrir a ellos para poder acceder a su uso. Es necesario poner en tela de juicio los conocimientos enseñados, los métodos, las prácticas de enseñanza y los formatos escolares. Hay que tener en cuenta que los cambios en educación no se condicen con los cambios operados en la sociedad.Es más, las transformaciones que, en las últimas décadas, se han intentado, han acentuado la rigidez del modelo tradicional, por lo que han hecho cada vez más evidente la crisis del nivel medio.Como dijimos al comienzo, la problemática de la repitencia y del abandono tiene múltiples factores: económicos, familiares, sociales, pedagógicos, pero las condiciones de aprendizajes con que se encuentran los alumnos son fundamentales para evitar el fracaso y la deserción.Los cambios no deben basarse en una visión nostálgica de la escuela que ya no tenemos. La crisis debe ser la ocasión de pensar otra escuela, una escuela nueva, acorde a los tiempos en que vivimos”.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Reconocimiento Oficial del Profesorado de Pedagogía


Hace tres años que la carrera dio inicio y desde entonces quienes de algún modo somos actores importantes en ella(docentes, administrativos, alumnos responsables de la unidad y de carrera) hemos estado esperando este momento.

Nuestro profesorado de Pedagogía ya tiene reconocimiento Oficial es la Resolución N° 1082/09 del Ministerio de Educación








Por eso estamos agradecidos a quienes han sido partícipes hasta el momento y queremos compartir con ellos nuestra alegría y profundo orgullo.

¡¡¡Felicitaciones FHAyCS Unidad Académica Gualeguaychú!!!